El trazado cuenta con dos tramos de pasarelas suspendidas en el aire que lo convierten en un recorrido singular. Desde Montfalcó, el Camino Natural coincide en sus primeros 600 m con un paseo botánico con paneles sobre la flora y fauna del entorno. Dejamos atrás el área de recreo de la fuente de Montfalcó y continuamos hacia el pequeño barranco de Tartera, recuperando en parte un viejo camino que llevaba a las tierras de cultivo de la zona. Cruzamos el barranco, descendiendo entre pinos, olivos y madroños, hasta llegar a la pared rocosa equipada con la primera pasarela, que en 82 m de desarrollo salva 33 m de desnivel de subida.
Llegados arriba, el camino bordea y salva un pequeño barranco seco para, a continuación, llegar hasta una nueva pared rocosa y un segundo tramo de las pasarelas. Una vez superada esta segunda muralla de piedra, el camino desciende hasta el congosto del Siegué, donde un puente colgante salva los treinta y cinco metros que separan las dos orillas, uniendo Aragón y Cataluña.
A partir de aquí y después de andar por el pinar, la ruta encara un tramo de leve pero continuo ascenso hasta la finalización Camino Natural en el enlace con el GR 1 Sendero Histórico. El regreso se realiza siguiendo el mismo itinerario, con especial atención al descenso de los tramos de pasarela, que suelen ser más impresionantes en descenso que en ascenso.
Es necesario llevar calzado con suela de montaña, debido a la irregularidad del terreno. Personas con vértigo pueden verse bloqueadas en los tramos de pasarelas. Mucha atención a la progresión de los y las menores. Bajar siempre impresiona más que subir: si alguien no lo tiene claro en el tramo de ida, es mejor no seguir. Se recomienda llevar por lo menos 1 litro o 1,5 litros de agua por persona.
Planifica previamente la actividad, prepara la mochila y actúa con precaución.