Este sencillo sendero, equipado con paneles interpretativos sobre especies de flora y fauna más características del espacio natural protegido, acerca al visitante a los restos de la ermita de finales del siglo XVI consagrada a San Félix y San Voto. Desde este punto existe un ramal del sendero que, a través de una escalinata de piedra acondicionada alcanza el mirador de San Voto, desde donde se observa una extraordinaria vista del valle del Monasterio Viejo bajo el conglomerado de San Juan de la Peña.
Regresando a la ermita, se retoma el camino que continua hasta la pista de San Salvador, que se toma hacia la izquierda, a unos 200 m. de su comienzo.
Itinerario sin gran dificultad y bien señalizado. Aún así, recuerda planificar la actividad previamente, equipar tu mochila y actuar con prudencia.