El recorrido comienza en el Rigüelo, donde acaba la carretera del valle de Aísa. Desde la barrera se llega al llano de Napazal y al Refugio de Saleras. Seguir hasta cruzar el barranco d’Igüer, y desde aquí hacia el N, siguiendo la divisoria. Una senda lleva a cruzar el GR 11.1 y pasa sobre la fuente de Peñarruaba (1.825 m) sin agua en verano. Seguimos el ascenso y 100 m más adelante, el camino se bifurca para seguir por la izquierda. Ascender al principio por terreno herboso, para luego pasar por la izquierda de la ladera hasta alcanzar una pedrera que separa las rocas del Bozo y de la Garganta (1.965m). Continuar ascendiendo hasta el collado. El ascenso por esta brecha se puede hacer por los dos lados. Llegar al collado de Napazal o brecha de Wallon (2.330 m), con paso al puerto ganadero de Esper (Aspe) de Ansó.
Ascendemos por la línea divisoria E del Bozo en fuerte ascenso al collado, y superado éste, el camino se desvía, hacia la izquierda para tomar una pedrera que nos llevará a una garganta, por la que se asciende sin mucha dificultad hasta alcanzar los carst, y posteriormente llegar al pico de la Llana del Bozo (con 2.566 m). El regreso se realiza siguiendo el mismo itinerario.
Itinerario no balizado en el que es preciso reconocer los accidentes del relieve y seguir sendas e hitos de piedras. Marcha por sendas empinadas entre tasca y por canchales. Poco frecuentado.
Planifica la actividad, equipa tu mochila y actúa con prudencia.