Situados en el extremo norte de Canfranc Estación en la propia N-330, cruzaremos el puente sobre el río Aragón, tomando la pista hacia Col de Ladrones. Pasado el acceso al Paseo de los Melancólicos, justo antes de que la pista realice un gran giro a la izquierda, tomaremos el camino a la derecha que indica “Pista de Picaubé”, siguiendo hacia la derecha para alcanzar enseguida la Casita Blanca y el antiguo vivero de los pinos destinados a contener aludes en las laderas. Descenderemos por la pista hacia la fuente de la Herradura, donde encontraremos un desvío que enlaza con el Paseo de los Melancólicos. Lo obviaremos y proseguiremos hasta la carretera, pasando junto a la central eléctrica de Ip, cruzando las vías y regresando hacia el pueblo.
Enlazaremos por la calle Cortes de Aragón con el camino de los Ayerbes, que discurre sobre la localidad. El camino se interna en dirección N por un denso bosque de pinos y abetos, entre los que medran hayas, avellanos y fresnos. Así, por la parte baja del barranco de Estiviellas, regresamos al extremo norte del núcleo urbano, donde hemos comenzado el paseo, contemplando la boca del antiguo túnel de ferrocarril.
Paseo de media montaña, adecuado para realizar en media jornada o en familia, balizado en su totalidad con marcas blancas y amarillas, pero donde es necesario prestar atención a los cruces. Precaución al atravesar la carretera nacional.
Planifica la actividad, equipa tu mochila y actúa con prudencia.