La ruta se inicia junto a la antena y la estación meteorológica del refugio de Góriz (2195 m). Tomar un sendero que se eleva en lazadas, primero hacia el NE y luego hacia el N, superando unos lomos rocosos y algún que otro paso pronunciado, en el que hay que apoyar las manos, antes de llegar al Campo de Bloques. Cualquiera de los itinerarios que marcan los hitos de piedra sirve para salvar esta zona abrupta y peñascosa y que finaliza al llegar al Ibón Chelau (2990 m). Sin embargo, un poco antes de ver este ibón, hay que vadear un pequeño barranco, casi siempre helado, con ayuda de una cadena que proporciona seguridad.
Desde el ibón, la ruta toma dirección SE y se esmera en vencer las últimas pendientes, primero por una morrena lateral y después por la misma canal, la cual se la conoce popularmente como “La Escupidera” (en caso de haber nieve o hielo es imprescindible el uso de material técnico de alta montaña: piolet, crampones y cuerda). Al final de la canal, se alcanza un collado que en pocos minutos nos dejará en la cima del Monte Perdido (3.348 m).
Regreso por el mismo itinerario.
Ascensión de alta montaña, que discurre por terrenos rocosos y sin traza evidente, siguiendo hitos de piedra. Es muy probable encontrar nieve hasta principios de verano por lo que es necesario el uso de crampones y piolet. Atención en el paso de La Escupidera, canal muy pendiente, que con restos de nieve o hielo puede resultar muy peligrosa.
Planifica la actividad, equipa tu mochila y actúa con prudencia.